No me imagino ese camino sin vos, realmente no se si hubiesemos podido sortear todos esos obstaculos.
Gracias, no solo por tu trabajo sino por compartir tu don y sabiduria con nosotros. Gracias por mantenernos en calma cuando todo al rededor parecia un caos.
Y, por sobre todo, gracias por ser testigo de un momento tan especial en nuestras vidas: el nacimiento de nuestro hijo, ese momento en el que nacimos, nosotros tambien, como padres.
No me imagino ese camino sin vos, realmente no se si hubiesemos podido sortear todos esos obstaculos.
Ahora formas parte de nuestra historia, nunca te olvidaremos y estaremos eternamente agradecidos.
–N&G